Por dos pesos fui vendida, por dos pesos fui salvada. ahora hago mías las palabras de Oscar Wilde:
Hoy en día el hombre conoce el precio de todo y el valor de nada.
decapitada, sucia y rota me vendieron, manos piadosas me repararon y ahora esas mismas manos narraran una historia plástica, igual que yo. Una vida de alguien que no la tiene.
Veram amicitiam in adversa fortuna videbamus
No hay comentarios:
Publicar un comentario